Al toparnos con el Pereira, este inamovible monstruo, el que nos devoró los sesos con sus detalles ruinosos, cornisas, capiteles, ménsulas, todo a medio sostener; era ver a un anciano decrépito sin pelo, sin dientes y los ojos con glaucoma.
Hermann Sepúlveda
Al toparnos con el Pereira, este inamovible monstruo, el que nos devoró los sesos con sus detalles ruinosos, cornisas, capiteles, ménsulas, todo a medio sostener; era ver a un anciano decrépito sin pelo, sin dientes y los ojos con glaucoma.
Visitante
Enrique Matthey
Artista
Nora Riquelme
Ex alumna Liceo Nº3 de Niñas Mercedes Marín del Solar