Relatos

x
historias,
experiencias,
la memoria del Palacio Pereira
en la forma de relatos
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Carmen Goic

Productora Teatral

Nora Riquelme

Ex alumna Liceo Nº3 de Niñas Mercedes Marín del Solar

Raúl Miranda

Artista

Alejandro Goic

Director de teatro
Bien poco sé de mi abuelo Luis Pereira. Sergio Fernández me mostró un día varios tomos de relatos sobre él y su vida, que guardaba en su magnífica biblioteca; pero Sergio falleció de repente, sus valiosos libros fueron donados o repartidos entre sus hijos, y yo he podido localizarlos. Fue el hijo mayor del segundo matrimonio del coronel Luis José Pereira y Arguibel con Rosario Cotapos Lastra, muy vinculada a la sociedad chilena colonial. La casa de los Cotapos-Lastra era centro social de la juventud de la época, y es mencionada por su lujo y hospitalidad en las memorias de María Graham. Doña Rosario era hija de don José Miguel Cotapos y Guerrero y de doña María del Carmen de la Lastra y de la Sotta, hermana del presidente de la Lastra.

Ismael Pereira

Bien poco sé de mi abuelo Luis Pereira. Sergio Fernández me mostró un día varios tomos de relatos sobre él y su vida, que guardaba en su magnífica biblioteca; pero Sergio falleció de repente, sus valiosos libros fueron donados o repartidos entre sus hijos, y yo he podido localizarlos. Fue el hijo mayor del segundo matrimonio del coronel Luis José Pereira y Arguibel con Rosario Cotapos Lastra, muy vinculada a la sociedad chilena colonial. La casa de los Cotapos-Lastra era centro social de la juventud de la época, y es mencionada por su lujo y hospitalidad en las memorias de María Graham. Doña Rosario era hija de don José Miguel Cotapos y Guerrero y de doña María del Carmen de la Lastra y de la Sotta, hermana del presidente de la Lastra.
Nieto Luis Pereira Cotapos
No recuerdo cuándo nuestro padre Raúl del Río Alfaro, compró el Palacio Pereira. Yo en esa época vivía en Barcelona. La primera vez que me habló del palacio se notaba que era algo grande para él. Insistió en llevarme a conocerlo. Paseamos por esos espacios en ruinas, donde la luz  colaba el tiempo de otro siglo y le otorgaba un aire fantasmal.

Patricia del Río

No recuerdo cuándo nuestro padre Raúl del Río Alfaro, compró el Palacio Pereira. Yo en esa época vivía en Barcelona. La primera vez que me habló del palacio se notaba que era algo grande para él. Insistió en llevarme a conocerlo. Paseamos por esos espacios en ruinas, donde la luz  colaba el tiempo de otro siglo y le otorgaba un aire fantasmal.
Hija Ex-Propietario

Gustavo Carrasco

Arquitecto

Silvia Correa

Ex alumna Liceo Nº3 de Niñas Mercedes Marín del Solar
Al toparnos con el Pereira, este inamovible monstruo, el que nos devoró los sesos con sus detalles ruinosos, cornisas, capiteles, ménsulas, todo a medio sostener; era  ver a un anciano decrépito sin pelo, sin dientes y los ojos con glaucoma.

Hermann Sepúlveda

Al toparnos con el Pereira, este inamovible monstruo, el que nos devoró los sesos con sus detalles ruinosos, cornisas, capiteles, ménsulas, todo a medio sostener; era  ver a un anciano decrépito sin pelo, sin dientes y los ojos con glaucoma.
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